Pablo Gargallo
Pablo Gargallo Catalan (Maella, Zaragoza, 1881-Reus, Tarragona, 1934) Siendo niño, su familia, dedicada al trabajo de la herrería, emigró a Barcelona. Aquí inició su formación artística, en el taller Arnau y con el escultor Venancio Vallmitjana, en la Escuela de Bellas Artes de La Lonja. Pero en estos años finiseculares el ambiente artístisco barcelonés era un hervidero de aportaciones vanguardistas, como el modernismo que se convierte en el movimiento estético más representativo y, a la vez, renovador de las actividades artesanales. Gargallo mantiene fructíferos contactos con los jóvenes artistas que se reúnen en el café-restaurante «Els Quatre Gats», como Nonell, Manolo Hugué y, sobre todo, Pablo Picasso, con el que continuará una fértil amistad creadora en los inmediatos años parisinos, a donde se trasladará Gargallo en 1903, pensionado por la Academia de Bellas Artes. Por estos años realiza en Barcelona obras escultóricas y decorativas monumentales, de un carácter simplificador de las formas clásicas o de neta definición modernista, como en los grupos escultóricos del Palau de la Música.Hasta 1914 sus viajes a París son frecuentes, precisamente en el momento en que asiste a las variadas formulaciones estéticas del Cubismo que asimilará en sus sistemas más vigorosos y expresivos. Inicia sus primeras esculturas en metal recortado y trabajado a martillo, en las que los flejes y láminas, retorcidas como virutas, actúan plásticamente de elementos rítmicos del contorno de sus figuras. Con el comienzo de la guerra europea vuelve a Barcelona y debido a su precario estado de salud deja transitoriamente el trabajo escultórico por el de la joyería en hierro y plata y relieves de pequeño formato. En 1920 fue nombrado profesor de Escultura de la Escuela Técnica de Oficios Artísticos de la Mancomunidad de Cataluña hasta su destitución en 1923 por la dictadura, trasladándose a París para instalar su estudio.Es a partir de ahora cuando su estilo escultórico adquiere una personal dimensión cubista, basada en la búsqueda de una síntesis formal de la figura en planos geométricos siempre fluidos, y en una anticipadora valoración de los huecos y macizos, como en su obra más representativa y de más prolongado empeño: Gran Profeta (1933), a la que el propio Gargallo calificará como su «tranquilidad estética». Un año después vuelve a Barcelona para su gran exposición en la Sala Parés, pero su salud se resiente por una súbita bronconeumonía y muere en Reus a los 53 años, siendo enterrado en Barcelona.Han sido muy numerosas las exposiciones de su obra en París y Barcelona, así como en otras ciudades, en julio de 1985 se inaugura en Zaragoza el Museo Pablo Gargallo.
http://www.zaragoza.es/ciudad/museos/es/gargallo